La cirugía ungueal resuelve tu problema de forma definitiva.
Las uñas incarnadas u onicocriptosis son un motivo frecuente de consulta en Podología, por ser una afección que cursa con mucho dolor y que tiende a infectarse de forma severa.
Cuando el problema se produce de forma recurrente, y por el grado de evolución las técnicas conservadoras (espiculotomía u ortonixia) no solucionan la patología, se procede a realizar esta intervención.
La cirugía que se realiza habitualmente para tratar la onicocriptosis se denomina matricectomía parcial. Consiste en la eliminación de la porción de la uña que se clava y también de su zona de matriz (raíz de la uña). Al eliminar esa porción de matriz, se evita que la lámina ungueal vuelva a crecer en la parte extraída de la lámina, dejando una uñas más estrecha, que no tendrá conflicto con la piel, y que resolverá su problema definitivamente.
Cuando el profesional lo vea necesario se valorará el estado del hueso subyacente (falange distal) porque en muchas ocasiones el problema está relacionado con una exostosis subungueal.
Esta intervención de cirugía ungueal es:
- Rápida y eficiente.
- Sólo con anestesia local en la zona a intervenir.
- Se realiza de forma ambulatoria, sin necesidad de ingresos.
- El paciente sale caminando de la consulta por su propio pie.
- Técnicas que normalmente cursan con mínimo dolor en el postoperatorio.
En caso de necesitar medicación analgésica y/o antibiótica su podólogo le indicará la pauta de tratamiento. Tras la intervención se programarán citas para las curas oportunas, donde se hará el seguimiento del proceso hasta que esté totalmente cicatrizado.
Con respecto al reposo que necesita, las técnicas de cirugía ungueal requieren un reposo relativo tras la intervención, pero en todos los casos los pacientes pueden caminar y no necesitan estar en cama. Las primeras 24/48 horas se debe de guardar mayor reposo, aunque podrá realizar pequeños paseos por casa, pero sin permanecer demasiado tiempo de pie. Si es imprescindible usar un calzado tipo sandalia, ya que el vendaje protector del dedo los primeros días, será muy voluminoso, aunque se puede andar sin problema.
Antes de la cirugía se debe valorar el caso, estudiar el motivo que produce ese proceso recurrente, determinar y realizar las pruebas complementarias necesarias para programar la cirugía conociendo que su estado de salud es óptimo, y proponer la técnica más adecuada en cada situación.
CIRUGÍA DE PARTES BLANDAS
La cirugía de partes blandas en podología consiste en la extirpación y/o actuación sobre las lesiones dérmicas (piel), y/o alteraciones de estructuras anatómicas, como ligamentos o tendones, pero no implican actuar sobre articulaciones o huesos.
Así se procede a la reparación de los tejidos con el fin de reconstruir el aspecto externo y restablecer su funcionalidad.
Las hay sencillas y muy comunes, como la escisión de una verruga o un quiste. Pero también de mayor complicación como una elongación de gemelos o la extirpación de un neuroma de Morton.
La mayor parte de estas cirugías se realizan en ámbito ambulatorio, con técnica anestésica del pie, y siguiendo los protocolos de asepsia necesarios.
Tras ello, es obligatorio que todas las lesiones extirpadas del cuerpo humano se remitan a un laboratorio de anatomía patológica, para análisis, identificación y diagnóstico de dicha lesión.
Las intervenciones suelen ser para las siguientes patologías:
- Papilomas o Verrugas plantares.
- Helomas.
- Quistes por inclusión de cuerpos extraños.
- Neuromas.
Si padece alguna de estas patologías, estamos a su disposición para buscar el mejor procedimiento y solucionar su problema.