Podología General. Afecciones más frecuentes

UÑA INCARNADA

Es una lesión que aparece cuando la uña no crece adecuadamente. El extremo de la uña empieza a crecer hacia el interior, rompiendo la piel del dedo que la rodea, y clavándose en ella.

Se suele deber a la combinación de dos factores: 

  • El uso de zapatos muy estrechos que oprimen el dedo (y comprimen la uña con la piel).
  • Uñas mal cortadas, siguiendo una línea redondeada en vez de recta; o uñas con alteraciones en su forma (uñas muy anchas o en forma teja).

Es común que aparezcan en el dedo gordo del pie, y sus principales síntomas son: 

  • Dolor.
  • Enrojecimiento del dedo.
  • Hinchazón.
  • En ocasiones también aparece pus acumulada, cuando la lesión lleva un tiempo prolongado sin tratarse.

Es uno de los problemas que más dolor y molestias pueden causar al paciente. El dolor generalmente es muy intenso, sobre todo con el roce, por lo que puede requerir el uso de anestesia local en la zona para poder extraer la espícula (parte de la uña clavada en la piel).

Cuando la uña se infecta es necesario el uso de antibióticos locales o por vía oral, que el Podólogo recetará según sus necesidades. 

Si el problema se repite varias ocasiones (recidivas), puede que sea inevitable que el podólogo deba realizar una intervención, mediante una técnica de cirugía ungueal.

Es importante acudir a una consulta de podología donde le atienda un podólogo colegiado, que pueda inspeccionar los daños de esta lesión y realizar el tratamiento necesario en las condiciones sanitarias adecuadas. 

ONICOMICOSIS

Es la infección por hongos en las uñas de los pies. 

Se inicia normalmente en las uñas de los dedos gordos, pero puede contagiarse al reto de uñas. 

Síntomas: 

  • Manchas blancas o amarillas debajo de la punta de la uña, o en toda la lámina. 
  • Decoloración y descamación.
  • Engrosamiento de la uña.
  • Deterioro del borde.
  • A veces, mal olor.

Esta infección puede estar causada por:

  • Andar descalzo en lugares públicos.
  • Envejecimiento de las uñas.
  • Lesiones o golpes, que se pueden infectar de forma secundaria por hongos.
  • Exceso de humedad, y temperatura.

Normalmente las personas que sufren esta enfermedad, suelen presentar a la vez pie de atleta, que también es producido por hongos. 

Manejar este problema lleva tiempo por lo que es necesario acudir a un podólogo para su correcto tratamiento lo antes posible.

ONICOLISIS

La onicólisis consiste en la separación de una uña del tejido inferior a la que debe estar unida (lecho ungueal). 

En la mayoría de los casos, esta separación se produce en la uña del dedo gordo del pie, aunque también puede afectar al resto de dedos, y también en las manos.

Entre las causas se encuentran:

  • Pequeños traumatismos debido al uso de un calzado inadecuado.
  • Hongos o micosis.
  • Deficiencias nutricionales.
  • Hipotiroidismo.
  • Exceso de humedad.
  • Productos tóxicos o irritantes.
  • Psoriasis, dermatitis o alergias cutáneas.
  • Fármacos, o tratamientos como la quimioterapia.

Acuda al podólogo para buscar una solución a su problema.

ONICOGRIFOSIS

Se denomina onicogrifosis cuando se produce un aumento en el grosor de las uñas de forma crónica.

Suele ocurrir sobre todo en personas mayores. 

 Las causas más frecuentes de la afectación son:

  • Calzado demasiado estrecho.
  • Micro-traumatismos de repetición.
  • Onicomicosis (infección por hongos).
  • Un heloma subungueal (callo).
  • Psoriasis.
  • Artrosis
  • Enfermedades vasculares periféricas

El podólogo le puede ayudar a mejorar el aspecto de sus uñas, y aliviar las molestias que le ocasionen.

AMPOLLA

Una ampolla es una acumulación de líquido transparente (a veces pueden ser de color rojo por contener sangre) y se producen como consecuencia del roce repetitivo del zapato con la piel.

Suelen aparecen tras una larga caminata, y se tratan de un mecanismo de defensa del organismo para proteger el tejido más profundo. 

Cuando aparezcan debemos:

  • Lavar los pies con agua jabonosa y aclararlos con abundante agua.
  • Secarlos con cuidado y desinfectar la zona con clorhexidina.
  • Tapar la zona con apósito antiadherente.
  • Si la ampolla es de gran tamaño y nos causa mucha molestia, se debe drenar y no quitar nunca la piel.
  • Si la piel ya se ha desprendido, pueden usarse apósitos específicos llamados “segunda piel”.

Para evitar infecciones y utilizar apósitos adecuados, es recomendable acudir a un Podólogo para tratar y curar la lesión.

VERRUGAS PLANTARES O PAPILOMAS

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Las verrugas plantares o también llamadas comúnmente papilomas en el pie, son infecciones provocadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH) que afectan especialmente a niños y adolescentes, pero también pueden afectar a adultos.

Se adquieren por contagio. La infección se produce por contacto directo con el virus, cuando: 

  • Las personas andan descalzas en sitios públicos donde puede haber presencia del virus, como piscinas, vestuarios públicos, gimnasios, etc.
  • Hay heridas o no existe una total integridad de la piel, lo que favorece el acceso del virus al foco de la infección. 
  • Se presenta una incompetencia del sistema inmunológico para detectar y destruir de forma correcta el virus una vez que tiene contacto con nuestra piel.

Son lesiones localizadas y benignas de la piel, diferentes a las que aparecen en otras localizaciones del cuerpo porque crecen hacia el interior, en profundidad, y son duras y rasposas al tacto. A primera vista se pueden confundir con un heloma o “callo”. 

El tratamiento de las verrugas de los pies es más complejo respecto a las verrugas que aparecen en otras localizaciones, ya que la piel de la planta del pie es más gruesa y al recibir presión provoca que las verrugas tengan un crecimiento endofítico (hacia dentro). Este argumento provoca que tratamientos convencionales que funcionan bien en otras localizaciones del cuerpo sean poco eficientes en las lesiones plantares.

Los podólogos emplean tratamientos más específicos para las lesiones a las que se enfrentan en los pies, cuidando además de ajustar el tipo de tratamiento tanto al paciente como a la lesión que presente y buscando siempre que sean tratamientos poco agresivos para que causen la mínima molestia posible.

Con las actividades en el colegio y las extraescolares se recomienda prevención, y visitar una clínica de podología ante cualquier evidencia de esta lesión.

JUANETES

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Se trata de una deformidad muy frecuente del dedo gordo del pie, que aparece desviado hacia fuera. 

Puede ser de origen hereditario, pero su causa más frecuente es el uso de calzado puntiagudo o de tacón demasiado alto, que fuerzan la posición incorrecta del dedo. 

En otras ocasiones se produce una inflamación en la bolsa serosa que sirve de amortiguación en el exterior de las articulaciones. Entonces, la zona se muestra caliente, enrojecida y dolorosa, y aparecen problemas a la hora de calzarse y caminar.

Los juanetes también aparecen en el 5º dedo, donde se llama “juanete de sastre”.

Según el grado de deformidad e incapacidad que presente el paciente requerirá de un tratamiento adecuado a su estado. El podólogo le guiará para encontrar el procedimiento más adecuado.

METATARSALGIA

 

Es un dolor localizado en la zona de apoyo anterior del pie (metatarsianos). 

Suele aparecer por desequilibrio en el apoyo plantar. 

Las zonas sobrecargadas desarrollan callos, inflamaciones y otros tipos de complicaciones. 

Este problema afecta fundamentalmente a las mujeres, por el uso de zapatos de cuña o tacón, y en personas donde no existe suficiente grasa plantar que proteja la zona del impacto y la presión al caminar.

El tratamiento incluye soportes plantares personalizados y un calzado adecuado, y en casos extremos puede ser necesaria la cirugía.

FASCITIS PLANTAR

La Fascitis plantar consiste en una inflamación en la inserción de la fascia plantar en el calcáneo. La inflamación del tejido fibroso suele causar un dolor agudo en el talón, y generalmente se produce como consecuencia de una tensión excesiva en esta zona durante tiempo prolongado.

El uso de calzado inapropiado de forma continua, especialmente cuando se practica deporte, pasar mucho tiempo de pie en la jornada laboral, o tener el pie cavo o muy plano, son las causas más comunes que producen este tipo de lesiones.

El tratamiento habitual suele combinar medicación antiinflamatoria con diferentes tratamientos de fisioterapia encaminados a disminuir la inflamación.

Realizar un correcto estudio biomecánico de la marcha en un centro de podología, para valorar si tiene relación con la pisada del paciente. En caso positivo, es necesario diseñar y fabricar unas plantillas personalizadas para fascitis plantar que permitan “destensar” la fascia y amortiguar el talón.

Es muy importante que el paciente realice de forma habitual ejercicios, estiramientos y use un calzado correcto que debe utilizar tanto para la vida normal como para la actividad deportiva.

En casos más severos, la cirugía es una opción.

 El podólogo puede guiarle y ayudarle a solucionar su problema.

ESGUINCE DE TOBILLO

 

El esguince es provocado por un desgarro en los ligamentos del pie, generalmente en el lado externo. Puede ser debido a una mala posición del pie, una torcedura al andar o practicar deporte.

Es una de las lesiones más comunes, muchas personas la han sufrido al menos una vez a lo largo de su vida.

 Los síntomas más frecuentes son:

  • Hinchazón del tobillo y/o dolor en la zona lateral a la palpación.
  • Dolor cuando se apoya el peso del cuerpo sobre el pie afectado.
  • Hematoma.
  • Limitación del movimiento.

El tratamiento:

  • El fisioterapeuta se encargará de dar la movilidad necesaria, reducir la inflamación, recuperar el tejido lesionado y ejercicios de fortalecimiento, entre otros.
  • El podólogo le realizará unas plantillas personalizadas, tras el estudio biomecánico de la pisada, que le ayudarán a aumentar la estabilidad. Es  muy importante en los casos donde exista un tipo de pisada con predominio de la supinación, en los casos donde exista una hiperlaxitud o en los casos donde lesiones anteriores hayan dejado secuelas de inestabilidad crónica de tobillo.
  • Los vendajes funcionales, se utilizan en los esguinces más leves. También cuando el paciente vuelve a su actividad o a practicar deporte durante las primeras semanas para dar mayor estabilidad.
  • La inmovilización o la cirugía solo se aconsejan en casos graves, en los que haya rotura de los ligamentos.

SABAÑONES

 

  • El frio y la humedad pueden inflamar los pies, dando lugar a:
    • Hinchazón.
    • Picores.
    • Enrojecimiento de la parte afectada.
    • Dolor cuando la zona se caliente. 

    Se producen sobre todo en personas con alteraciones circulatorias. 

    Si no se tratan el tejido puede llegar a ulcerarse. 

    No hay que frotar la zona, y si calentar de forma muy gradual los pies. El ejercicio y los masajes dan buenos resultados. 

    El podólogo puede recomendarle algún tratamiento farmacológico para mejorar los síntomas, y medidas preventivas para que estas alteraciones no aparezcan de nuevo.

TENDINITIS.

  • La tendinitis del tendón de Aquiles es una lesión que se produce por sobrecarga e inflamación del tendón debido a ciertos movimientos repetitivos, que provocan molestias en el paciente. Las causas principales suelen ser:
    • Incremento de distancia en el entrenamiento o actividad diaria.
    • Aumento de los intervalos de entrenamientos.
    • Aumento de la velocidad.
    • Repeticiones continuas del mismo gesto.

     Los principales síntomas son: 

    • Dolor a la palpación.
    • Engrosamiento del tendón.
    • Presencia de nódulos en ocasiones.

    En el proceso de tratamiento se realizará: 

    • Terapia frío-calor. El calor reduce el dolor y el frío ayuda combatir la inflamación.
    • Elevación de la extremidad. 
    • Vendajes funcionales.
    • Modificación de la actividad deportiva temporalmente para evitar el gesto deportivo causante.
    • Ejercicios y estiramientos pautados por el especialista.
    • Estudio biomecánico de la marcha y plantillas personalizadas, para diagnosticar y mejorar las tensiones durante la práctica deportiva. 
    • Ondas de choque o EPI.
    • Tratamiento quirúrgico (en el último de los casos).

PIE PLANO

Se trata de una deformidad en la cual el arco plantar está aplanado o caído. Puede deberse a un defecto congénito o a una debilidad muscular, entre otros motivos. 

En el niño existen básicamente dos tipos de pie plano: 

  • Pie Plano Flexible: Se caracteriza por ser un pie con mucha flexibilidad en sus articulaciones. Cuando el niño está de pie el puente se aplana y el talón se desvía hacia afuera. Pero si se pone de puntillas aparece el puente o arco plantar normal y el talón corregido hacia adentro. Este es el tipo de pie es bastante frecuente en niños aproximadamente hasta los 6 años, si no se ha corregido a esta edad se puede solucionar con ejercicios y soportes plantares a medida. 
  • Pie plano rígido: Este tipo de pie es menos frecuente en niños. Suele presentar dolor y generalmente está asociado a un problema óseo. En este caso ocurre lo contrario que en el pie plano flexible, cuando el niño se pone de puntillas el puente no aparece debido a que la movilidad de las articulaciones está bloqueada por la unión entre los huesos. Esta situación es definitiva y no va a cambiar con la edad, normalmente se soluciona con cirugía.

 

Si cree que puede sufrir este problema, se recomienda acudir a su centro de podología para realizar el estudio biomecánico de la marcha, y soportes plantares personalizados en caso de ser necesarios.

ONICODISTROFIA

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Se denomina onicodistrofia a cualquier alteración morfológica o estructural de una o varias uñas.

Las causas más comunes son:

  • Las enfermedades de la piel que derivan en alteraciones de las uñas. 
  • La presión continuada de ciertos zapatos.
  • Los golpes o traumatismos, que provocan la fragmentación de las uñas o incluso su caída.

Esto provoca una alteración en su matriz, dando como consecuencia una modificación en el aspecto normal de la uña. 

Ante cualquier indicio de daño en la uña se debe acudir al podólogo para prevenirlo.

UÑAS NEGRAS

Es el cambio de coloración en las uñas, que se vuelven oscuras o negras. Es un problema muy común, sobre todo en deportistas. 

Los principales responsables suelen ser:

  • Razones fisiológicas.
  • Hematomas subungueales.
  • Causas externas: 
  • Golpes.
  • Malas pisadas.
  • Exceso de intensidad en la actividad deportiva.
  • Zapatos que ejercen demasiada presión.

Este cambio de coloración se produce por la rotura de los vasos sanguíneos, lo que provoca la acumulación de sangre debajo de la uña dándole ese aspecto negro.

Ante este tipo de alteraciones se recomienda acudir al podólogo para evaluar la causa y prevenir que suceda de nuevo.

HELOMAS O “CALLOS”.

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Es uno de los problemas más comunes en los pies.

Los helomas consisten en un engrosamiento de la piel en alguna zona del pie, causado por deformidades óseas o por la presión del calzado en zonas de mayor apoyo como la planta, dorso de dedos, o la zona interdigital (espacio entre dos dedos). 

Aspecto:

  • Tienen una forma “redondeada”.
  • Coloración amarillenta o más oscura que la piel de alrededor.
  • Bordes definidos.
  • Suelen estar recubiertos de hiperqueratosis (durezas) de color amarillento.
  • Son dolorosos o molestos.

 

Se producen como consecuencia de la presión anormal o fricción ejercida en la piel de los pies por: 

  • El roce de un dedo contra el zapato u otro dedo.
  • Punto de presión aumentada en la planta del pie, que soporta la mayoría del peso de nuestro cuerpo. 
  • Huesos del pie con deformidades que están muy ajustadas contra el zapato.
  • El choque de dos huesos entre sí, irritando la piel que los recubre.

Tratamiento:

  • La mejor manera de tratar es prevenir, usando un zapato cómodo y bien adaptado a los pies, que no presionen en ninguna zona. 
  • Debe evitarse el uso de callicidas y el tratarse a uno mismo, sobre todo en el caso de pacientes diabéticos o con problemas vasculares. 
  • Suelen ser dolorosos, se recomienda acudir de forma periódica al podólogo y realizarse un tratamiento de quiropodia antes de que aparezca el dolor o su intensidad aumente mucho.
  • También pueden aplicarse otros tratamientos como las siliconas que nos permiten realizar ortosis de tipo “paliativo”, simplemente protectoras, o correctoras, obligando a los dedos a adoptar una posición más idónea, y evitando zonas de presion. 
  • Como tratamiento definitivo puede realizarse también la cirugía, que puede realizarse también con anestesia local. 

Las personas con tendencia a sufrir problemas de callosidades necesitan acudir a su podólogo de forma periódica.

HIPERHIDROSIS O EXCESIVA SUDORACIÓN EN LOS PIES.

La hiperhidrosis es la presencia de sudoración excesiva en los pies, afecta sobre todo a varones jóvenes y deportistas, y está causado principalmente por una alta actividad del sistema nervioso.

Los principales síntomas y consecuencias son:

  • Excesiva humedad, que puede dar lugar a eczema, micosis y sobreinfecciones.
  • Maceración de la piel. 
  • Aparición de ampollas.
  • Bromhidrosis (mal olor).
  • Desgaste prematuro del calzado.
  • Malestar social.

Las medidas higiénicas que se deben seguir son cambiar los zapatos y calcetines con frecuencia para favorecer la ventilación, buen lavado y secado de pies.

Es conveniente usar zapatos de piel, con suela de cuero y calcetines de fibras naturales – algodón o lana -, y en verano sandalias de piel.

El podólogo le puede orientar sobre su patología, y recetarle un tratamiento específico para este problema.

ESPOLÓN

Constituye una formación ósea de origen patológico a partir de la inserción de una estructura tendinosa en el hueso.

El espolón calcáneo es una formación osea en el hueso del talón (calcáneo) de forma triangular. Se produce cuando la fascia plantar está sometida a excesiva tensión y sobrecarga generándose lesión en su inserción. Esta parte se calcifica formándose esa especie de “hueso” que provoca un dolor agudo en el talón, tipo pinchazos.

La aparición del espolón calcáneo no produce dolor en sí misma, pero si lo provoca la irritación de los tejidos que lo rodean.

Causas:

  • Tiene el pie cavo o plano.
  • Personas con sobrepeso.
  • Corren o practican deporte en superficies muy duras con un calzado inadecuado.
  • Utilizan zapatos muy duros durante tiempos prolongados.

El tratamiento habitual suele combinar medicación antiinflamatoria con diferentes tratamientos de fisioterapia encaminados a disminuir la inflamación.

Realizar un correcto estudio biomecánico de la marcha en un centro de podología, para valorar si tiene relación con la pisada del paciente. En caso positivo, es necesario diseñar y fabricar unas plantillas personalizadas para fascitis plantar que permitan “destensar” la fascia y amortiguar el talón.

Es muy importante que el paciente realice de forma habitual ejercicios, estiramientos y use un calzado correcto que debe utilizar tanto para la vida normal como para la actividad deportiva.

En casos más severos, la cirugía es una opción.

 El podólogo puede guiarle y ayudarle a solucionar su problema.

NEUROMA DE MORTON

El neuroma de Morton es una degeneración del nervio digital plantar, acompañado de un engrosamiento alrededor del nervio, producido por una compresión de dicho nervio de forma prolongada. 

Normalmente se localiza entre el 3º y 4º metatarsiano, aunque a veces se puede presentar en otros espacios intermetatarsales.

Es una patología bastante frecuente, de mayor incidencia en las mujeres y puede presentarse a cualquier edad.

Se caracteriza por un dolor intenso, que puede irradiarse por el recorrido del nervio, de tipo descarga eléctrica o calambre.

Las causas más comunes por las que se produce este tipo de lesión en el pie suele ser el tipo de la pisada, la morfología del pie, el uso prolongado de un calzado demasiado estrecho o la sobrecarga metatarsal por el uso de tacones.

El tratamiento se basa en un cambio de calzado, evitando tacones y hormas estrechas, el uso de plantillas personalizadas para descomprimir la zona y mejorar la pisada, también pueden necesitarse infiltraciones, y como último recurso se acudirá a la cirugía.

Su podólogo le puede orientar en cual será el tratamiento más adecuado para su caso.

PIE VARO

Cuando se presenta esta patología se caracteriza por un apoyo en borde externo del pie. 

Como en los casos anteriores, los soportes plantares personalizados son de gran ayuda para conseguir unos apoyos plantares adecuados, y evitar lesiones derivadas de esta morfología ósea.

MICOSIS O PIE DE ATLETA.

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Se tratan de infecciones superficiales de la piel por hongos, la más común es la llamada “pie de atleta”, que se localiza sobre todo entre los dedos y en la planta. 

Los síntomas son:

  • Dolor.
  • Piel roja.
  • Escozor.
  • Descamación.
  • Piel agrietada y reblandecida.
  • Inflamación del tejido circundante.

Se pueden contraer en lugares donde las personas andan descalzas: gimnasios, piscinas y duchas públicas. 

Otras circunstancias que lo pueden empeorar es el uso de calzado cerrado especialmente recubierto de plásticos o tejidos no transpirables, tener alguna lesión en la uña o la piel, o mantener los pies húmedos durante mucho tiempo.

Es muy importante secar bien los pies, especialmente los espacios entre los dedos.

Acuda a su podólogo para que le recomiende el mejor tratamiento para su patología.

PIE CAVO

La zona de apoyo correspondiente al arco externo del pie es muy estrecha o inexistente, según el grado. Es mucho más frecuente y doloroso que el pie plano. 

Como consecuencia provoca cierta inestabilidad y produce tensión en toda la musculatura. Esta patología se suele detectar a partir de los 5 años edad.

Son aconsejables la fisioterapia, la quiropodia y los soportes plantares personalizados. Cuando las deformaciones alcanzan un grado importante, puede hacerse necesaria la cirugía.

Si cree que puede sufrir este problema, se recomienda acudir a su centro de podología para realizar el estudio biomecánico de la marcha, y soportes plantares personalizados en caso de ser necesarios.

BURSITIS RETROCALCÁNEA

La Bursitis Calcánea es una enfermedad inflamatoria que afecta a las bolsas serosas que se encuentran en la parte posterior del talón, entre éste y el tendón de Aquiles. Estas bolsas serosas tienen la función de facilitar el deslizamiento entre los tendones y las estructuras óseas reduciendo así el sufrimiento por excesiva fricción de ambas estructuras.

La principal causa de su aparición suele ser la falta de desarrollo muscular del tríceps sural o un acortamiento del mismo, además de la práctica excesiva de ejercicio de forma muy intensa, especialmente si no se ha realizado el calentamiento previo adecuado.

Los síntomas principales son el dolor y la inflamación en la zona. 

El podólogo con un estudio biomecánico de la marcha puede ayudarte a encontrar la causa de tu problema. 

PIE VALGO

Es la patología más frecuente en niños, cuando caminan sus pies tienen los tobillos volcados hacia adentro, normalmente esta patología es asintomática, como el niño no se queja suele pasar desapercibida por los padres. 

La mejor forma de detectarlo es visualmente, cuanto antes se corrija mejor, si no es corregido a tiempo puede conllevar problemas en edad adulta.

Los soportes plantares personalizados ayudan a compensar el problema.

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